por trabajo, flexibilidad horaria o responsabilidades familiares, es necesario encontrar un equilibrio para completar de la mejor manera los estudios.
Según datos del Mineduc, el 2023 se matricularon 218.069 estudiantes en jornada vespertina, lo que representa un 17,5% del total de alumnos de educación superior. Pese a que en los últimos años el número de personas que opta por esta jornada ha disminuido, aún es una alternativa para aquellos que buscan compatibilizar sus estudios con otras áreas de la vida.
En ese contexto, el Dr. Boris Cajas Luna y el Mg. Francisco Araya Carrasco, académicos de psicología de la Universidad Santo Tomás y expertos en educación, entregan una serie de consideraciones y recomendaciones que debe tener en cuenta cualquier estudiante interesado en optar por una jornada vespertina, donde es fundamental planificar, comunicarse con su red de apoyo y mantener buenos hábitos que contribuyan a una buena salud mental.
¿Qué esperar de la jornada vespertina?
Algunos estudiantes podrían llegar a pensar que la exigencia académica de la jornada vespertina es menos rigurosa, pero los expertos coinciden en que, por lo general, esto no es así. Si se escoge un buen centro de educación superior “la calidad de la formación será similar entre una carrera diurna y otra vespertina, ya que los programas de estudio serán los mismos independientemente de la jornada, así como la calidad, experiencia y formación del cuerpo académico”, apunta Francisco Araya.
Además de esperar “una rigurosidad y exigencias iguales a la de cualquier jornada”, quienes ingresan a la jornada vespertina deben tener en cuenta que, en algunos casos, se incluyen clases los días sábado o, incluso, el año académico se extiende hasta finales de enero, complementa Boris Cajas. Todos estos aspectos se deben considerar al matricularse.
En cuanto al contexto social, ambos expertos comentan que los estudiantes se van a encontrar con un ambiente bastante heterogéneo. Con diferentes realidades sociales, familiares y económicas, pero en donde se puede formar un ambiente de camaradería que potencia el compañerismo y el sentido de comunidad.
Planificación
Si bien, la jornada vespertina tiene muchas ventajas, entre ellas la posibilidad de compatibilizar los estudios con las responsabilidades familiares y laborales, también existen dificultades. Para superar estos obstáculos, los expertos sugieren una buena planificación y anticiparse a las posibles adversidades.
Para Francisco Araya, “planificar de manera estratégica desde el inicio es esencial. Antes de matricularse, se sugiere la evaluación vocacional con profesionales y la consulta con personas del área deseada”. Esta planificación anticipada permite no solo acceder a la institución educativa adecuada sino también disfrutar plenamente de la experiencia académica.
En el ámbito laboral, Boris Cajas hace hincapié en la importancia de comunicar las intenciones de estudiar en jornada vespertina a los empleadores. “La planificación anticipada con las jefaturas ayuda a evitar posibles conflictos de horarios o tareas, garantizando un ambiente laboral flexible y favorable para el estudiante”.
La planificación también es crucial al enfrentar la triple condición de estudiante, trabajador y padre/madre. Ambos expertos resaltan la necesidad de una planificación previa con la familia. Anticiparse a los cambios y dificultades que podrían surgir, como periodos de mayor cansancio o buscar mecanismos para compartir responsabilidades y facilitar la convivencia diaria.
Redes de apoyo
Junto a una buena planificación es importante que las personas que estudien en modalidad vespertina puedan construir una buena red de apoyo. Esto les permitirá compatibilizar de mejor manera su vida laboral, académica y familiar.
En el ámbito académico, Francisco Araya destaca que “al compartir similares motivaciones y propósitos se puede generar un sentido de comunidad y apoyo mutuo entre el grupo de estudiantes”. Además, es importante contar con el soporte institucional de docentes y directivos.
Por su parte, Boris Cajas aconseja “identificar y utilizar las redes de apoyo más cercanas para mantener sus responsabilidades familiares y de cuidado”. Subrayando la necesidad de compatibilizar con la pareja y mantener un equilibrio familiar.
Por otro lado, ambos expertos subrayan la importancia de mantener una comunicación constante con la pareja, familiares y amigos, ya que esto contribuye a comprender y compartir los desafíos que surgen durante el proceso de los estudios. Estas redes de apoyo se convertirán en un respaldo fundamental para afrontar los desafíos, brindar ayuda y comprensión cuando más se necesita.
Salud mental y buenos hábitos
Finalmente, los expertos resaltan la importancia de mantener hábitos saludables, ya que estos influyen directamente en el rendimiento académico, laboral, estabilidad familiar y en la salud mental.
Para Francisco Araya, es importante mantener un sueño y descanso adecuado para prevenir el agotamiento físico y mental. Además, sugiere integrarse a la comunidad educativa para encontrar apoyo, ayuda, contención y solidaridad entre sus pares y docentes. “Que participe y de ese modo logre desarrollar una identidad y sentido de pertenencia”.
Boris Cajas también alerta sobre los riesgos de descuidar la alimentación y la actividad física, ya que a largo plazo generará malestar físico, biológico y psíquico. Del mismo modo, es enfático en la importancia de una buena planificación, ya que “para evitar el estrés es fundamental prever y anteponerse ante posibles situaciones de dificultad que podrían aparecer durante sus estudios”.