Por Sofía Vargas Roberts

La eliminación de la tarifa de invierno, esa que aumenta los costes por el consumo de electricidad en esta temporada, asociado principalmente a calefacción, es una medida que vale la pena destacar por su aporte directo a las familias de Chile, ya que gracias a esto, se eliminará el cargo adicional por energía que se produce entre los meses de abril a septiembre cuando se superan los 430 kWh al mes.

Se pone por delante el bienestar de las familias, cuidando el bolsillo de los hogares y como complemento a esta medida, se busca fomentar herramientas de eficiencia energética, como lo es la aislación térmica para los hogares; reduciendo de esta forma el consumo de energía en las temporadas frías. Esto es parte de un marco de acciones que van más allá en distintas áreas de cómo se ha relacionado el país con el consumo y gestión de energía.

Esta modificación se desarrolló por vía administrativa y no por el Congreso, así se redujo el tiempo de aplicabilidad. Para lograr esto se trabajó una evaluación con los equipos técnicos del Ministerio de Energía, donde el Gobierno consideró que avanzar en una modificación legal en el parlamento sería más lento que hacerlo por la vía administrativa, lo cual se va a materializar a mediados de julio.

Son cerca de 350.000 clientes promedio mensual los que potencialmente podrían recibir el beneficio. Respecto del ahorro, eso depende mucho del tipo de consumo de cada hogar por lo que no es posible hacer un cálculo de cuánto podría ser la variación para cada cliente. Lo importante aquí es que se avanza en mejorar el cotidiano y la calidad de vida de la población.