El trabajo realizado significa una inversión de más de $1.500 millones, y significará disponer de un suministro de agua potable más robusto y flexible, además de posibles crecimientos de clientes en el sector.

Nueva Atacama tiene su foco puesto en entregar un servicio de calidad, y es por eso que, junto con distribuir la “mejor agua de la historia de la región”, ya que es un agua que cumple con la Norma Chilena de Calidad de Agua Potable, además, está desarrollando una serie de inversiones y cambios en la gestión, que han permitido mejorar otros parámetros de servicios, como presión y continuidad del suministro.

Es por eso que, con el propósito de seguir en esta mejora continua y considerando los episodios de afectación que tuvieron los vecinos del sector de Til Til Bajo en el pasado, se está ejecutando el proyecto de renovación de las impulsiones Capis y Pedro León Gallo, en el sector alto de la ciudad.

Antonio Díaz, Gerente de Infraestructura de Nueva Atacama, y quien ha liderado el equipo de ingenieros a cargo del proyecto, explica que, a la fecha, las obras tienen un porcentaje de avance de un 80 por ciento. Además, agrega que pronto comenzará la última fase de los trabajos, que consiste en las pruebas de presión y desinfección de las tuberías nuevas, para que el renovado sistema de distribución entre en operación.

“Este es un proyecto que hemos priorizado para seguir mejorando el servicio en el sector, y también en un trabajo conjunto con vecinos y autoridades, que anhelaban estas obras de mejora de infraestructura”,  acotó Diaz.

Con los trabajos se están renovando 1.800 metros en total, tanto para la impulsión Capis y Pedro León Gallo e implica una inversión de más de 1.500 millones de pesos. “Además, esta obra permitirá la conexión de nuevos conjuntos habitacionales en la parte alta de la ciudad, que está en proceso de expansión”, explicó Antonio Díaz.