Está bien e, incluso, se entiende que cada gobierno nacional o comunal que asuma el mando de sus respectivos territorios, tras ganar una elección popular, quiera imponer un sello gráfico propio a su gestión. Sin embargo, cuesta entender que para lograr este efecto se tenga que llegar a alterar los íconos patrimoniales históricos como son la bandera o el escudo que forman parte de la identidad de los habitantes de esos mismos territorios.

Lamentablemente, parte de esta observación ocurre en Vallenar, donde el hermoso escudo creado en 1977, tras un llamado a concurso, ha sido cambiado para los efectos de comunicaciones y protocolo, insertando un nuevo escudo en las invitaciones oficiales de la Municipalidad, en desmedro del original que tanto nos identifica y hasta emociona ver a quienes vivimos fuera de nuestra querida tierra natal.

Esta nueva imagen la hemos observado en la invitación municipal a la ceremonia del 233° aniversario de la fundación de Vallenar, que tendrá efecto mañana en la Plaza “Ambrosio O´Higgins”.

Es más, no sólo el cuestionamiento de este comentario abarca el diseño y figura del símbolo comunal, sino también hasta el color, ya que nunca el “celeste” ha sido una tonalidad que identifique a la capital del Huasco, sino el hermoso verde, propio de los fecundos valles agrícolas que representan a Vallenar como el oasis de Atacama.

Esta iniciativa que, según me lo han confirmado algunos concejales, fue rechazada unánimemente por los ediles al momento de serles presentada por la unidad de Comunicaciones, es también rechazada rotundamente por la mayoría de los historiadores locales, con quienes he abordado el tema y, por lo mismo, me tomo la atribución de citar este parecer.

Estamos ciertos que no faltarán quienes digan que “es una idea progresista”, “moderna”, “artística” y “acorde a los tiempos”, pero le recordamos a los creativos -que seguramente son foráneos- que los vallenarinos auténticos somos respetuosos y orgullosos de nuestras tradiciones, de nuestra historia y de los símbolos de nuestra “Patria Chica” (como decía el gran historiador Francisco Ríos Cortés), razones por la cual no aceptamos esta modificación “artística” de nuestro escudo oficial.

Nos preguntamos, ¿Qué pasaría si La Moneda decide sacar el huemul y el cóndor del escudo nacional? Al menos, sería tema de Arica a Punta Arenas. Algo parecido ocurre, creemos, con la determinación inconsulta del municipio de Vallenar.

En consecuencia, solicitamos respetuosamente a la autoridad comunal obviar este “percance” gráfico y restaurar el hermoso escudo original de la ciudad para los efectos comunicacionalesy publicitarios que demande en su gestión esa corporación edilicia.

                                 SERGIO ZARRICUETA ASTORGA                                   Escritor e historiador vallenarino