SELLO DE “CALETAS SUSTENTABLES”, INCORPORANDO A LA PESCA ARTESANAL EN LA PRODUCCIÓN LIMPIA 

La pesca artesanal en Chile concentra más de 500 caletas a lo largo del país donde se desempeñan sobre 97 mil pescadores y pescadoras artesanales, y otras miles de personas realizan distintas labores complementarias a esta actividad.  Un sector productivo que es clave en las economías locales y que a contar del año 2022 será integrado a la producción limpia y certificado con el sello “caleta sustentable”.

Dicha certificación es uno de los principales desafíos del trabajo que impulsarán en conjunto la Agencia  de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) de Corfo y el Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala, Indespa, entre otros organismos.

Para dar partida a estas acciones, José Tomás González, subdirector de Programas y Proyectos de la ASCC, y  José Pedro Núñez, director ejecutivo de Indespa, acompañados por la subsecretaria de Pesca y Acuicultura, Alicia Gallardo, firmaron este jueves el convenio de transferencia que fija la hoja de ruta de este proceso.

En la Agencia contamos con un instrumento muy potente para avanzar en estos desafíos, los Acuerdos de Producción Limpia, que nos permiten diseñar, probar e implementar estándares que luego son incorporados por empresas, agrupaciones y sectores que están fuera del propio acuerdo. Contar con un estándar escalable y al mismo tiempo verificable debe ser valorado como una gran oportunidad para las caletas de nuestro país”, señaló José Tomás González de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático.

En el marco del acuerdo, una mesa técnica intersectorial liderada por la ASCC trabaja en la elaboración del estándar y para el año 2022 Indespa dispondrá 100 millones de pesos para levantar un piloto en las caletas nacionales, que permita identificar los parámetros más relevantes para que éstas puedan alcanzar un estándar de producción limpia de la ASCC y con ello avanzar hacia una certificación de caleta sustentable. Para el año 2023, en un trabajo conjunto con los  Gobiernos Regionales, esta iniciativa se hará extensiva a nuevas caletas del país.

“Este nuevo ímpetu que le va a dar esta alianza estratégica con la Agencia de Sustentabilidad, que se va a traducir en un sello de acreditación que se va a ir entregando paulatinamente a todas las caletas de Chile, va a permitir que las caletas den un paso adelante en materia de limpieza ambiental, sustentabilidad, de inocuidad alimentaria, que estamos seguros que va a ser muy bien valorado por el público y por los turistas que asistan a las caletas” , destacó el director de Indespa, José Pedro Núñez.     

“Los pescadores en Chile y probablemente en el mundo son muy conscientes del cuidado del medio ambiente y hoy día están muy preocupados con lo que pueda ocurrir con el cambio climático, por lo tanto, herramientas como ésta, con un sistema claro, con una pauta a lograr, va a ser muy importante como incentivo para ellos, para la comunidad, para los consumidores y probablemente en el futuro va a ser un plus y una ganancia. Es un muy buen ejemplo esta alianza entre Indespa y la Agencia para poder concretar acciones muy específicas de prevención del cambio climático”, subrayó la subsecretaria Alicia Gallardo.

ESTÁNDAR SUSTENTABLE

Este convenio se enmarca en el resultado del proyecto “Fortalecimiento de la capacidad de adaptación en el sector pesquero y acuícola chileno al cambio climático”, que impulsado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), el Ministerio del Medio Ambiente y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), convocó a cerca de dos mil  personas de comunidades costeras y más de 400 autoridades y funcionarios públicos, en un trabajo participativo de monitoreo ambiental para abordar el fenómeno del cambio climático, las amenazas, riesgos y especialmente poder identificar las acciones de adaptación que reduzcan la vulnerabilidad climática en la pesca artesanal y acuicultura de pequeña escala. 

Este proyecto se desarrolló en cuatro caletas piloto: Riquelme, en la Región de Tarapacá; Tongoy, en la Región de Coquimbo; Coliumo, en la Región del Biobío; y El Manzano-Hualaihué, en la Región de Los Lagos. Dentro de sus resultados se identificó la creación de un sello que reconozca a las caletas que tomen medidas de adaptación al cambio climático; prácticas de aprovechamiento de fauna acompañante; estrategias de turismo de intereses especiales; y cultivos experimentales como nuevas alternativas productivas.